Fuentes


Don Juan Tenorio supone la popularización definitiva del mito de don Juan creado por Tirso de Molina, en el siglo XVII, con El burlador de Sevilla. Si bien, el drama romántico bebe también en otras fuentes, como No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague de Antonio de Zamora. La diferencia fundamental entre la obra barroca y la de Zorrilla estriba en el final redentor de esta última, en consonancia con el idealismo romántico.