Éxito y pervivencia


A juzgar por el fracaso de su estreno, nadie hubiera sospechado que la obra gozase, con el paso del tiempo, del enorme éxito que cosecharía. Muy pronto sustituyó al drama No hay plazo que no se cumpla de Antonio Zamora, que se representaba desde 1744, año tras año, en el Día de Difuntos. De este modo ha llegado hasta nuestros días la tradicional representación del Tenorio de Zorrilla, que sigue recibiendo los aplausos del público. Los críticos no se ponen de acuerdo en señalar en qué reside el magnetismo de su popularidad: el ritmo ágil, la rima fácil de sus versos, la personalidad seductora de Don Juan, la candidez y bondad de doña Inés, la facultad redentora del amor...

El mito de don Juan ha traspasado fronteras, así junto a recreaciones literarias de autores tan importantes como Molière, P. Merimée , A. Dumas ... hasta escritores más cercanos a la actualidad como G. Bernard Shaw, Apollinaire, Derek Walcott o, el recientemente fallecido, José Saramago, encontramos también la magistral ópera de W. A. Mozart Don Giovanni o revisitaciones cinematográfícas y pictóricas.

Evidentemente en la literatura española coetánea y posterior a Zorrilla, la figura de don Juan sirvió de modelo: Espronceda, Valle-Inclán, Azorín, Unamuno, Torrente Ballester, entre otros, han hallado en él un motivo inspirador.